Año tras año, el conocimiento ha sido un factor clave para tener noción de lo que ocurre en los entornos, identificar oportunidades de mejora e impulsar el desarrollo económico, social y cultural de la sociedad. En efecto, siempre ha estado presente el interés de permitir que todas las personas tengan la posibilidad de acceder a él.
Es así como surgió el concepto de ciencia abierta, que hace referencia a generar publicaciones investigativas y datos que sean accesibles para todos, puedan ser revisados en cualquier momento y divulgados sin ningún tipo de restricción. Los campos digitales cumplen un rol fundamental en ese propósito porque el internet facilita la consulta inmediata y la propagación mundial de información.
Por lo tanto, la Universidad de los Andes, en colaboración con la Universidad Francisco José de Caldas y la Red Colombiana de Humanidades Digitales, promovieron un espacio para hablar de “Las humanidades digitales en el camino de la ciencia abierta latinoamericana”. La charla se llevó a cabo el 20 de abril, en el Centro del Japón uniandino y contó con la participación de Gimena del Rio Riande, investigadora adjunta del Instituto de Investigaciones Bibliográficas y Crítica Textual (IIBICRIT - CONICET)
La también experta en Investigación y Recuperación del Patrimonio Literario, inició su intervención reconociendo que la ciencia abierta garantiza que el conocimiento sea público y se potencie tanto dentro como fuera de la academia. Además, que se establezcan nuevas formas de lectura e interacción.
“La ciencia abierta logra que dejemos de limitarnos solo a los papers o los libros y nos pone a pensar en la construcción de otros objetos de conocimiento”, enfatiza Gimena del Rio.
Acerca de las humanidades digitales, la investigadora manifestó que favorecen el trabajo colaborativo, el intercambio de ideas y el aprendizaje del uso de herramientas novedosas. Así mismo, que ayudan a que las investigaciones se reconozcan como un proceso y no solo como un resultado.
No obstante, aclaró que se debe tener en cuenta que no todas las personas tienen las mismas posibilidades de acceder a la tecnología. A raíz de esa situación, es necesario que se gestionen programas que reduzcan la brecha y brinden cursos de alfabetización digital.
Para favorecer la consulta libre de contenidos científicos y de investigación, la experta internacional habló de la importancia de realizar proyectos con softwares y corpus de código abierto. La finalidad de esa estrategia es que la población pueda entrar a ellos sin necesidad de adquirir una licencia y se nutra de información que continúe construyendo humanidad.
De igual manera, asegurarse de que los autores mantengan en todo momento la autoridad sobre sus artículos, los modifiquen cuando lo requieran y les compartan a los usuarios los enlaces de descarga del material bibliográfico utilizado.
“Las humanidades digitales son un lugar de encuentro y debate. Como humanistas no solo nos permiten entendernos con los colegas, sino que con integrantes que abordan el conocimiento desde otras áreas”, concluye Gimena.