“Somos parte de la tierra y, asimismo, ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila; éstos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia”
Gran Jefe Seattle, líder de las tribus amerindias suquamish y duwamish en lo que ahora se conoce como el estado de Washington de los Estados Unidos. 1855.
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Cada abril, los latidos del planeta se hacen más audibles. Abril nos convoca a detenernos, a escuchar el murmullo de la Tierra que reverbera bajo nuestros pasos y entre las ramas, que flota en el océano y se enreda en las alas de las aves. Abril es el mes en el que recordamos que no somos ajenos a la vida que nos rodea, que no habitamos el mundo: lo co-creamos con cada gesto de cuidado, cada pregunta, cada acto de imaginación. Esta conmemoración, que nació como un movimiento ambientalista hace más de 50 años, se ha transformado en un llamado global a la acción frente a los desafíos ambientales más apremiantes: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la justicia ecológica.
Las palabras del Gran Jefe Seattle resuenan como un murmullo que nos invita a reconocernos parte de una alianza viva, que vibra y entreteje vínculos naturales y culturales desde miradas diversas. Nos llama a escuchar las historias de las rocas y del agua, ancestros del tiempo que desde hace 4.600 millones de años presenciaron el nacimiento de nuestro planeta, mecieron la cuna de las primeras formas de vida y danzaron en los ires y venires de múltiples transformaciones germinantes.
Desde la Universidad de los Andes nos unimos a este canto planetario con la Semana de la Tierra, una invitación a entretejer saberes, sentires y acciones alrededor del cuidado de la vida. Este año, los ecos de la Tierra se manifiestan en múltiples lenguajes: en lenguaje deseñas que narran al océano; en fósiles que revelan memorias del pasado; en las alas que guían nuestras pajareadas; en puntadas que bordan resistencias femeninas; en experimentos que enseñan sostenibilidad; en hongos y robles que se transforman en ilustraciones; en calles que hablan a través del arte urbano; en pliegues de papel que celebran la polinización.
Cada taller, cada espacio, es un eco del mismo canto ancestral: cuidar la vida es también imaginarla, sentirla, aprenderla y compartirla.
Esta celebración es parte del Mes de la Regeneración y nace del trabajo conjunto entre Biocore, con los jóvenes investigadores que trabajan en la exposición Biofilia: aguas que tejen el tiempo, la Mesa Ambiental Uniandina (MAUA), el Departamento de Ciencias Biológicas, el Departamento de Geociencias y el Centro Cultural Uniandes. Se trata de un escenario vivo de diálogo entre sentires, naturaleza, y cultura, en el que te invitamos a seguir los cantos de la Tierra y explorar el tejido vivo y común del que hacemos parte ¡Agéndate del 22 al 30 de abril, conoce más de la programación en nuestras redes sociales! @biocoreuniandes @maua.uniandes @cienciasbiologicasuniandes @geociencias @investigacioncreacionuniandes @centroculturaluniandes