“Nosotros estamos enfocados en dar acceso y demostrar que desde nuestros países se puede hacer investigación de calidad”, afirma Yael Natalia Méndez, microbióloga de la Universidad de los Andes.
La egresada es integrante de la Fundación Cydonia, una entidad que tiene un proyecto bandera que se llama “HAdEES-C”(Hábitat Análogo de Exploración Espacial Simulada) y cuenta con el potencial de impactar de manera positiva en el país. Este es el primer hábitat análogo en Colombia y su objetivo es generar espacios de investigación para entender cómo son las exploraciones espaciales y mejorarlas.
Actualmente, el área de trabajo está compuesta por una serie de domos geodésicos en los que se encuentran un invernadero, un laboratorio de geobiología, un laboratorio de ingeniería, un airlock, una sala con habitaciones y una cocina. En esas instalaciones se confinan alrededor de 7 investigadores por 15 días para enfrentarse a las restricciones que hay en el espacio y simular un rol dentro de la estación, ya sea como comandantes, oficiales de botánica, oficiales de ciencia, oficiales de ingeniería o comunicadores.
Durante ese período de tiempo, las tripulaciones solo pueden utilizar un metro cúbico de agua, no tienen acceso a las redes sociales, están frente a un retraso comunicativo de 20 minutos, deben seguir una dieta a base de alimentos deshidratados y cosechar para obtener comida fresca. Además, el correo electrónico es la única vía disponible para que intercambien mensajes con el soporte de misión, y con sus familiares y amigos.
La fundación ha delimitado dos líneas de investigación: una relacionada con los factores humanos y otra con la ciencia. En la primera se busca estudiar aspectos que permitan identificar los comportamientos sociales que tienen las personas cuando están encerradas, con el fin de definir cómo debe ser la preparación antes de emprender un viaje al espacio y evitar consecuencias perjudiciales.
Foto tomada por la Fundación Cydonia.
En la segunda lo que se pretende es reconocer cuáles son las plantas o tubérculos nativos que tienen un mejor rendimiento al ser sembrados en el espacio y qué microorganismos ayudan a que los invernaderos sean más productivos. El propósito es que los exploradores tengan la posibilidad de consumir alimentos con buena carga nutricional y, también, puedan replicar esos cultivos en zonas del país en las que los recursos son limitados.
Adicionalmente, el proyecto HAddEES-C brinda la oportunidad de que los investigadores se familiaricen con los cascos, guantes y trajes que corresponde usar en el espacio. La intención es que se acostumbren a moverse y a medir la fuerza con la que necesitan manejar las herramientas.
“Con estas investigaciones que estamos haciendo desde Latinoamérica y Colombia no solo vamos a generar un impacto considerable, sino que a tener una voz para divulgar nuestros trabajos y hallazgos innovadores”, reconoce Yael Natalia.
Otro de los pilares fundamentales para la Fundación Cydonia es la transferencia de conocimiento y, por lo tanto, desde su consolidación en mayo del 2022 se ha caracterizado por tener un contacto estrecho con las instituciones académicas. Fue así como el pasado 16 de abril, el Semillero de Astrobiología, en cabeza de Martha Vives, profesora asociada al Departamento de Ciencias Biológicas, visitó las instalaciones de HAddEES-C.
El encuentro permitió que 14 estudiantes uniandinos entendieran cómo es el proceso para asemejar una situación del espacio en la tierra. Así mismo, que propusieran ideas relacionadas con el cómo hacer ciencia en estaciones que no tienen una cámara de flujo laminar que garantice la esterilidad del ambiente.
Para los integrantes de la fundación, esas reflexiones son las que originan investigaciones novedosas y de primer nivel. En consecuencia, se encuentran tramitando una solicitud de convenio con Los Andes para que los alumnos puedan vincularse a su entidad y realizar pasantías o tesis.
De igual manera, tienen abierta una convocatoria para que nuevas personas ingresen al hábitat análogo a simular que están en una estación espacial por 15 días. “Nuestro interés es lograr que la sociedad tenga participación directa en estos temas y construir una segunda versión en la que se ejecuten misiones cada vez más complejas”, concluye Óscar Iván Ojeda, director de la Fundación Cydonia.
Foto tomada por la Fundación Cydonia.