La casa Modernista de la Rua Santa Cruz fue construida entre los años 1927 y 1928 por el arquitecto de origen ucraniano Gregori Warchavchik. Nacido en 1896 en la ciudad de Odessa, Warchavchik es considerado un ícono del modernismo brasilero. El comienzo de su trabajo arquitectónico es marcado por la construcción de su propia casa en la Rua Santa Cruz de São Paulo, considerada como la primera obra moderna desarrollada en Brasil (Lira, 2007). La obra arquitectónica se destaca principalmente por ser un claro exponente del arte, la visualidad de su tiempo y del lugar donde se asienta. Esto se evidencia a partir de tres argumentos principales: el primero, la casa de Warchavchik como respuesta a la historia y tradición de una gran región; el segundo, respecto a la situación socioeconómica y cultural del momento y el tercero, en relación con sus características materiales y formales que lo inscriben dentro de la corriente actual modernista.
La adaptación de un arte nuevo proveniente de ideas internacionales vanguardistas empezó a tomar forma en el nuevo mundo a comienzos del año 1920. En Brasil se crea el Movimiento Modernista, un grupo de varios artistas encabezados por Mario y Osvald de Andrade que tienen en común, un espíritu revolucionario nacionalista (Vergara, 2000). De antemano, estas grandes figuras comprendieron que para poder adoptar las corrientes nuevas se debía empezar por entender la trayectoria histórica de un país y en el caso específico de Brasil, muy importante aquellas tradiciones coloniales que lo conllevaron a convertirse lo que es hoy en día.
Por todo esto se puede creer, al no ser nativo brasilero, que Gregori Warchavchik podría tener algunas dificultades a la hora de vincular su arquitectura con las tradiciones artísticas del lugar en el que iba a intervenir. Pese a ser esta una de las mayores críticas de otros arquitectos, su obra y en especial la construcción de la Casa Modernista de la Rua Santa Cruz logran afirmar todo lo contrario. Comenzando con la distribución interior de la casa (Figura1), la planta es muy similar a aquellos trazados de las casas tradicionales brasileras o casas Banderista. (Figura 3). Delimitada por varios muros, la zona privada no es más que una secuencia de cajas que encierran distintos usos. En el primer piso se llega a un vestíbulo central que reparte la entrada a los distintos espacios de oficina, sala y comedor (Figura 2), una planta altamente influenciada por el tipo de casas coloniales domésticas (Duafang, 2010). Adicionalmente, tanto el porche ubicado al lado contrario de la entrada de la casa, elevado en columnas delgadas, como las tejas de barro utilizadas en la cubierta, son elementos tradicionales de las casas brasileras.
De la mano del componente histórico y tradicional, otro factor según el Movimiento Modernista para tener en cuenta durante la creación del arte nuevo y en este caso de arquitectura, es la inclusión de la realidad socioeconómica y cultural actual del contexto dentro de la obra (Vergara, 2000). Para comienzos de 1920, la ciudad de São Paulo vivía un proceso de grandes cambios a nivel de industrialización, pero que al mismo tiempo no dejaban de estar impedidos por los conflictos de un país colonial. Un periodo donde apenas se empezaba a asomar y no se había desarrollado del todo el movimiento moderno (Duafang, 2010). Es por esto, que a pesar de que críticos como Lucio Costa establecen a Warchavchik como arquitecto ajeno a la realidad social, económica y cultural brasilera; en realidad es todo lo contrario porque más que acoger dichas realidades logra materializar el proceso de cambio que experimenta actualmente la ciudad, mediante la construcción de su Casa Modernista.
En relación con el material que se utilizó para la realización de su obra, el arquitecto optó por implementar materiales locales, económicos y accesibles como lo eran el ladrillo y la madera para su construcción total en mampostería. Warchavchik era consciente de las propiedades del hormigón armado y del potencial que había comenzado a adquirir el material durante ese tiempo; sin embargo, no lo utilizó en su obra debido a que fue consiente de los altos costos de su producción porque en ese momento no se había posicionado del todo en Brasil (Duafang, 2010). Adicionalmente, al no usar concreto se ahorró costos en la supervisión técnica de la construcción dado que era un material nuevo y debía ser importado. En cambio, durante la construcción de su casa, el arquitecto asumió el reto de ser supervisor de obra y realizó una acción social al enseñarle a los obreros formas más eficientes de construir (Quezado, 2001). Por último, en el famoso jardín ubicado en la parte posterior de la casa (Figura 4), se implementan plantas tropicales y culturales del lugar (Lira, 2007). Gregori Warchavchik sin duda tiene en cuenta el contexto socioeconómico y cultural de todo un país en su arquitectura que vivía era precisamente ese proceso de transición al modernismo.
Pese a todo lo que se ha mencionado anteriormente, no es un secreto que en ese momento histórico de comienzos de siglo se empezaban a desarrollar ideas modernistas propias en Brasil. Pues precisamente son todos esos ideales los causantes de la revolución del momento y los que dieron paso a la creación de grupos como el Movimiento Modernista (Vergara 2000). La Casa da Rua Santa Cruz no deja de ser entonces, una viva representación de las características materiales y formales de la arquitectura moderna.
Teniendo esto en cuenta, el arquitecto implementa una fachada cúbica simple, carente de cualquier tipo de ornamento, permeable y lumínica por medio del uso de grandes ventanales característicos del movimiento y que al mismo tiempo representaban un importante reto estructural (Figura 5). A pesar de que la distribución en planta se encuentra bastante compartimentada, el espacio es amplio y flexible, similar al que se puede apreciar en algunas de las plantas del propio Le Corbusier (Quezado, 2001). Además, se ve una clara diferenciación de usos entre lo social y lo privado por medio de la utilización de pisos, lo cual alude a la idea moderna de una introducción al ámbito íntimo. Por otro lado, hay una fuerte búsqueda por integrar el espacio interior con el exterior por medio del uso de balcones, terrazas y un amplio jardín que adicionalmente agrega un componente escultórico a la obra (Lira, 2007). Finalmente, es una obra en la cual convergen de forma armónica la estética y la forma junto con la técnica y la economía; aspectos principales y característicos del modernismo.
Para concluir, la Casa Modernista de la Rua Santa Cruz es un claro exponente del arte, la visualidad de su tiempo y del lugar donde se asienta. Esto lo logra debido a que mediante su construcción se responde a la historia y tradición de la región sudeste del pais, a su contexto socieconomico y cultral y a los ideales físicos de la casa moderna. Adicionalmente, debido a que cumple con todas estas características es un claro ejemplo de lo que se denomina arquitectura de lugar lo que quiere decir que es una obra de arquitectura moderna. Pues es precisamente en la relación de las influencias exteriores, la historia y el contexto cultural de un pais, en donde surge para los grandes símbolos del movimiento, la verdadera modernidad. La casa de Gregori Warchavchik es una obra autónoma, capaz de materializar en todo sentido el lugar que la rodea para poder así convertirse, en una viva representación de todas las posibilidades que trae consigo el modernismo.
[1] “Registrada en los siglos XVII y XVIII, la Casa Banderista es una representante de la arquitectura colonial del contexto rural paulista. A pesar de ser construida, como muchas otras tipologías en la época, en taipa de pilón, se racteriza sobre todo por la organización de su planta, casi siempre rectangular o cuadrada (...)” (Daudén, 2019).
Referencias
- DAUDÉN, J. (2019). La arquitectura residencial vernácula de Brasil. Casas Brasileiras: 9 exemplos da arquitetura residencial vernacular. ArchDaily Colombia. (Trad. Dejtiar, Fabian) Recuperado julio 9, 2020.
- DUANFANG, L. (2010). Third World Modernism. Routledge, 2010. Recuperado febrero 6, 2020. Cap 2. Pp. 31-43
- LIRA, J. (2007). Ruptura e construção: Gregori warchavchik, 1917-1927. Novos Estudos - Cebrap, 78(78), 160-167
- QUEZADO DECKKER, Z. (2001). Brazil built: The architecture of the modern movement in brazil. London: Spon Press. Pp. 11-14
- Vergara, M., Warchavchik, G., De Andrade, M., De Andrade, O., & De Rezende Carvalho, F. (2000). El movimiento modernista brasileño y la arquitectura nueva. Guaraguao, 4(11), 107-138