El sistema fiscal colombiano entraña injusticias, contra las que buena parte del país se encuentra movilizada. Un nuevo pacto fiscal más justo es indispensable para satisfacer las demandas legítimas, al tiempo que se atiendan las necesidades de financiación que ello demanda. Reflexionamos aquí sobre las dimensiones de justicia, financiamiento y representatividad que requiere ese nuevo pacto y sobre cómo se puede avanzar en esa dirección en la coyuntura actual. Reconociendo la profunda crisis económica, social y ambiental, algunos objetivos conviene buscarlos en el mediano y largo plazo mientras ciertas acciones deben ser inmediatas: rescatar de la miseria a la enorme cantidad de colombianos sumidos en ella tras la pandemia, establecer la senda de viabilidad financiera de ese rescate, y superar con rapidez una situación de confrontación y parálisis que profundiza la miseria y no ha logrado conducir a un diálogo productivo. Nuestra reflexión conduce a tres conclusiones principales:
I. Cualquier esfuerzo debe orientarnos hacia un pacto fiscal más justo. En esto descansa su legitimidad.
II. Cualquier esfuerzo requiere diálogo, que en el contexto actual implica no solo el Congreso y los partidos sino también los actores movilizados en las calles, con una metodología que permita que ese diálogo sea fructífero, verdaderamente representativo y que comprometa la institucionalidad.
III. Un esfuerzo fiscal que garantice mayor recaudo es necesario. Debe orientarse a medidas permanentes que corrijan fallas del sistema y garanticen su sostenibilidad, si bien el arranque de varias de estas medidas conviene diluirlo en el tiempo para proteger la recuperación económica y para viabilizar su implementación.
Autores: Juan Camilo Cárdenas, Carlos Caballero, Marcela Eslava, Leopoldo Fergusson, Marc Hofstetter, Oskar Nupia, David Pérez Reyna, María Alejandra Vélez, Andrés Zambrano y Hernando Zuleta.
Nota Macroeconómica 30: Buscar recursos priorizando la justicia, la recuperación y la sostenibilidad