La novela publicada en 2020 por Random House editores, recibió el reconocimiento 'Bartolomé Hidalgo' de narrativa de ficción en Uruguay, el país de origen de la escritora y profesora, Fernanda Trías. Este premio fue creado y es organizado por la Cámara Uruguaya del Libro (CUL) desde 1988, este premio es por decirlo brevemente el Premio Nacional de Narrativa. El otro reconocimiento recibido por Trías fue el premio 'Sor Juana Inés de la Cruz', con mucho significado para las narradoras en lengua española. Este premio reconoce la excelencia del trabajo literario de mujeres en idioma español de América Latina y el Caribe. Cada año se galardona una novela publicada en español, y es un reconocimiento instituido en 1993.
Fernanda Trías nació en Uruguay y es escritora. Ha escrito tres novelas publicadas en editoriales de diferentes países iberoamericanos (Cuaderno para un solo ojo, La azotea y La ciudad invencible) y un libro de cuentos (No soñarás flores). Es maestra en Escritura Creativa de la Universidad de Nueva York, donde hizo sus estudios becada. Tiene experiencia como docente desde el 2012 y como traductora de inglés y francés desde 2003. Publicó las novelas Cuaderno para un solo ojo, La azotea (Dharma Books + Publishing), La ciudad invencible y Mugre rosa (Literatura Random House 2020), y el libro de cuentos No soñarás flores, nominado al Premio hispanoamericano de cuento Gabriel García Márquez 2017. Sus libros se han publicado en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, España, Francia, México, Perú y Uruguay, y próximamente serán traducidos al inglés, danés, italiano, griego, truco y portugués.
En la Vicerrectoría tuvimos el placer de conversar brevemente con la escritora y nos concedió algunas apreciaciones sobre su labor como escritora residente en el Departamento de Humanidades y Literatura, en la Facultad de Artes y Humanidades:
"El escritor residente tiene una doble tarea: por un lado, está a cargo de dictar el taller de escritura creativa, que cada semestre va cambiando de tema, y también está a cargo del seminario de trabajo de grado creativo. Para los que no sepan, el Departamento de Humanidades y Literatura tiene un programa bastante pionero, ya que permite que sus estudiantes de pregrado puedan graduarse con un trabajo académico o un trabajo creativo. El trabajo creativo puede ser un libro de cuentos, una novela breve, un poemario u otro tipo de textos híbridos, incluso multimedia. Quienes eligen graduarse con un trabajo creativo, además de trabajar con su tutor de tesis, participan en un taller intensivo de grupo pequeño en el que el escritor residente hace un acompañamiento de ese trabajo creativo. Estos estudiantes ya han hecho una mínima cantidad obligatoria de talleres de escritura creativa, y por lo tanto tienen un nivel avanzado que permite llevar este taller a un nivel de exigencia más alto. El rol del escritor residente es importante en el sentido de que los estudiantes pueden vincularse con un escritor activo, y así puede compartir con ellos muchos otros aspectos del ser escritor, del oficio, más allá de la escritura en sí. Solemos hablar de temas editoriales, de premios, de publicaciones. Yo he invitado a varios editores a conversar con los estudiantes del taller, así como a varios escritores tanto colombianos como internacionales (gracias a la herramienta de Zoom). Como escritora residente también mi papel es orientar a aquellos estudiantes que tienen una vocación literaria y que quieren seguir creciendo como escritores. Algunos han entrado a maestrías en Escritura Creativa en el exterior, por ejemplo, o han continuado en talleres por fuera de la Universidad. Yo intento orientarlos, darles información sobre todos los programas disponibles, aquí y en el extranjero, porque los conozco muy bien, y apoyarlos para que continúen en el proceso de devenir escritores.
Pero, además de estos cursos, el escritor residente asume el compromiso de desarrollar una obra literaria. Una parte muy importante de este puesto es justamente esto: tener presente que el Departamento, la Facultad y la Vicerrectoría están brindándole al escritor las condiciones y el tiempo para que pueda seguir desarrollando su obra. En mi caso, llegué con el proyecto de la novela Mugre rosa, y durante los primeros dos años me dediqué a escribir, luego corregir y finalmente editar y lanzar la novela. Pero una vez finalizado ese proyecto, comencé a desarrollar otro, que tiene el título tentativo "Bosque de niebla", en el que he estado trabajando parte del año pasado y lo que va de éste. Y en la medida en que el escritor sigue trabajando en sus proyectos, también comparte esta experiencia con los estudiantes. Para mí fue muy bonito que los estudiantes pudieran conocerme cuando apenas estaba en el proceso de escritura de Mugre rosa y ahora ya puedan ver todo lo que ocurrió desde entonces. Evidentemente, para mí como escritora ha sido muy importante el apoyo recibido, pero también entiendo que he asumido un compromiso y que debo trabajar para no desilusionar. No es cuestión de pasarme diez años escribiendo el mismo libro. También me alegra que Mugre rosa haya recibido el reconocimiento que recibió y ahora también los premios, es una forma de retribuir por la confianza y el apoyo a mi obra. Es una alegría compartida con la comunidad".